Hace días que no
actualizo mi blog y muchas cosas han sucedido desde mi última entrada. El acto
poético-musical solidario para recaudar fondos para la ONG Proactiva Open Arms, celebrado el
pasado 24 de febrero, fue todo un éxito gracias toda la gente que colaboró desinteresadamente. Para quienes no
pudieron asistir aquí dejo un vídeo de la noche grabado por La M Radio, que incluye la participación de Pepe Salinas de la ONG y las poetas Graciela Zárate, Isabel Miguel, Ana Montojo, y servidora, así como a l@s cantantes: Mariana Díaz, Antonio Román, Ana Bella López, Rafa Mora y Montxo Otero, y a la actriz Carmen Bermejo. Les animo a seguir ingresando
dinero en la cuenta de Proactiva, para que puedan seguir desarrollando su labor
humanitaria en el Mar Egeo. No dejes de visitar su página web en este enlace
donde verás su número de cuenta para hacer una donación y conocer un poco más
sobre su labor: PROACTIVA OPEN ARMS
Otro de los eventos
de estas últimas semanas fue el estupendo encuentro de poetas en Voces del
Extremo, celebrado entre el 3 y 6 de marzo en Logroño. Tres días intensos de
poesía y amistad con la participación de casi 100 poetas. Comparto esta foto con algún@s de los
poetas y aprovecho para dar las gracias a su anfitriona, la tierna y querida
poeta Begoña Abad y a Montse y Piedad del Ateneo Riojano. Para las personas
interesadas en adquirir un ejemplar de la antología con la poesía d el@s poetas
invitad@s, “Voces de Extremo: poesía y raíces”, aquí dejo el enlace a Amargord: Voces del extremo: poesía y raíces y uno de mis
poemas incluidos en dicha antología.
Hay noches en que mis dedos
se vuelven torpes,
que no atinan a encontrar el sosiego,
que buscan a tientas ramas y hojas,
intentado aferrarse a las raíces
que el calendario hace crujir
con el inexorable paso del tiempo.
Hay noches en las que me pierdo
en fotos desvaídas,
en las que intento hallar la paz
garabateando versos en las paredes.
Noches en las que me invade la nostalgia,
los recuerdos que creemos enterrados
pero que de repente afloran
quitándonos la respiración,
clamando en medio del silencio.
Un gesto familiar, una sonrisa,
unas manos que nunca más podremos acariciar,
unos ojos, cuya mirada jamás volverá a brillar.
Hay noches,
en las que me nacen todos mis muertos.
Silvia Cuevas-Morales