Hace muchos días que no actualizo mi blog, y por suerte es debido a
que en los últimos meses he tenido la fortuna de participar en muchos eventos
literarios, tanto dentro de España como en el extranjero. Hoy quiero comentar
un encuentro que ha sido muy especial ya que no se trataba sólo de un encuentro
de escritores para leer nuestra obra. Mi agradecimiento infinito a las
personas responsables de haberme dado la oportunidad de participar en el Octavo
Foro Palestino para la Educación y Cultura. Dicho encuentro se celebró en la ciudad de Ramallah entre el 20 y
27 de agosto, y desde España viajamos diez personas.
Una simple entrada en un blog no puede hacerle justicia a todo lo
vivido durante esos siete intensos días. Fue un viaje agotador pero también
esperanzador en el que tuvimos oportunidad de conocer más en profundidad la
lucha del pueblo palestino día a día. Antes de viajar, me mentalicé que no
diría nada en los controles por muy injustos que me parecieran porque mi meta
era llegar a suelo palestino. En la frontera israelí nos cuestionaron sobre el
motivo de nuestra visita, pero supongo que gracias a mi pasaporte australiano,
no me apartaron para interrogarme más a fondo como sí lo hicieron con un joven
español que viajaba en nuestro grupo o como lo que hicieron con uno de los
escritores franceses y un joven poeta de la delegación rusa, a quienes retuvieron
e interrogaron durante horas.
Los días siguientes fueron intensos, con muchas reuniones y actos de
bienvenida, entre los que cabe destacar, la bienvenida oficial por parte del
propio presidente del Estado Palestino, Mahmoud Abbas. Huelga decir que dicho
acto me conmovió profundamente ya que no es usual que un mandatario de un país robe
tiempo a su ajustada agenda para recibir a un grupo de poetas y escritores…
Dice mucho del amor por la cultura que demuestra el pueblo palestino. Además de
Mahmoud Abbas, tuvimos la oportunidad de tener un encuentro y almuerzo con la
primera mujer gobernadora de los distritos de Ramallah y El-Bireh, la Dra. Laila
Ghannam, así como encontrarnos con la primera mujer alcaldesa de la ciudad de
Belén, Vera Baboun.
Visitamos muchos lugares de interés que no puedo mencionar en detalle
en esta entrada pero sí quiero resaltar la visita a la Universidad de Alquds,
donde tuvimos oportunidad de reunirnos con su rector y recitar nuestros poemas,
así como visitar el museo de los presos palestinos que se encuentra en el
campus – el museo Abu Jihad. Un museo que no puede dejar a nadie indiferente y
que alberga mucha documentación y material audiovisual sobre las inhumanas
condiciones y detenciones arbitrarias perpetradas por el Estado de Israel.
Muchas cosas me impactaron durante mi estadía, entre ellas, el mensaje
de paz que oímos constantemente durante el encuentro, porque el pueblo
palestino es un pueblo amable, que ama la vida; un pueblo alegre que sólo sueña
con poder existir en paz. Un pueblo culto que ama la poesía y las artes en
general, como así lo atestigua el bello museo y tumba de uno de sus más grandes
poetas – Mahmoud Darwish.
Como decía al comienzo, no puedo relatar aquí todo lo vivido en
Palestina, pero antes de dar por terminada esta breve nota sí quiero comentar
el estupor y la rabia que me produjo ver esos kilómetros de muro que cada día
se va extendiendo como una mano siniestra que usurpa territorio al pueblo
palestino. Israel está empeñado en hacer desaparecer al pueblo palestino, pero
confío en que muchas personas alrededor del mundo seguiremos apoyándoles y
denunciando lo que sucede en Palestina. No los olvidemos, tomemos ejemplo de su
gran dignidad y presionemos a los poderes para que Palestina algún día se
convierta en un país libre y soberano. ¡Viva Palestina!