En un día como hoy, 11 de septiembre, hace más de treinta años, mi madre me recogió de la escuela. Nosotras, las alumnas, algo detectábamos. Escuchábamos ruidos raros desde la calle, como si enormes camiones arrastrasen cadenas... Las profesoras nos decían que estuviésemos tranquilas y que esperáramos a que nos viniesen a buscar. Luego en la calle, pudimos ver que eran tanques militares lo que habíamos escuchado. Uniformados ocupaban las aceras y algunos traidores ya habían colgado las banderas chilenas en sus balcones. Los días siguientes fueron días de terrible angustia, incluso para los que éramos muy jóvenes para entender la magnitud de lo que estaba sucediendo. Pero éramos conscientes de que el terror se había instalado en nuestras vidas y que ya nada volvería a ser como antes. Hoy 11 de septiembre, les dejo con un poema que escribí hace mucho tiempo, dedicado a Víctor Jara y a todas las familias que perdieron a sus seres queridos.
Y el verso se hizo canción - A Víctor Jara
Una guitarra
se
desliza
por un río rojo,
triste de ya no tener
dedos que la acaricien.
Su caja de voz muda por las balas
amordazada con un trapo sucio y sangriento,
que sigue sembrando semillas de descontento.
Navega por el agua viscosa del río
vislumbrando cuerpos añorados,
rostros sin nombre que muchas madres dan
por perdidos...
Mientras el sinvergüenza generalísimo
sigue pataleando cual bicho dañino.
Escorpión uniformado
que algún día será pisoteado,
por los pies descalzos y sufridos
de ese pueblo
que aún no olvido.
Publicado en Sobre el horizonte. Aconcagua Publishing, Madrid, 1998.
Un vídeo con una de las tantas canciones de este gran artista, torturado y asesinado por los militares golpistas.
Y mi pequeño homenaje al compañero Salvador Allende Gossens.
Y el verso se hizo canción - A Víctor Jara
Una guitarra
se
desliza
por un río rojo,
triste de ya no tener
dedos que la acaricien.
Su caja de voz muda por las balas
amordazada con un trapo sucio y sangriento,
que sigue sembrando semillas de descontento.
Navega por el agua viscosa del río
vislumbrando cuerpos añorados,
rostros sin nombre que muchas madres dan
por perdidos...
Mientras el sinvergüenza generalísimo
sigue pataleando cual bicho dañino.
Escorpión uniformado
que algún día será pisoteado,
por los pies descalzos y sufridos
de ese pueblo
que aún no olvido.
Publicado en Sobre el horizonte. Aconcagua Publishing, Madrid, 1998.
Un vídeo con una de las tantas canciones de este gran artista, torturado y asesinado por los militares golpistas.
Y mi pequeño homenaje al compañero Salvador Allende Gossens.
Este fue el 11 de septiembre que nos heló el corazón. El de las torres fue al fin y al cabo una lógica consecuencia.
ResponderEliminarElvira Siurana