El calendario se desnuda y ya sólo le queda su última prenda, cuatro semanas más y comenzaremos un nuevo año. Los cielos se oscurecen y el frío muerde, y si estamos en la sierra incluso podemos sentir sus dentelladas. Pero a pesar del intenso frío, el pasado sábado cinco poetas nos reunimos en Soto del Real, para celebrar un encuentro poético. Allí nos congregamos con nuestros abrigos y al calor del ambiente de "La Vitrina", espacio cultural del pueblo, para leer nuestros poemas. Desde aquí mi agradecimiento a Cloti Guzzo, coordinadora e impulsora del grupo Sextavocal Banda de Poetas por haberme invitado a participar, así como a los y las poetas que compartieron la noche: Ana Gutiérrez Páez, José Miguel González y Jorge García Torrego. Para quienes viven en la sierra de Madrid, les animo a entrar en contacto con Sextavocal, un colectivo que nació a comienzos del 2010 y cuyo fin es generar y difundir la literatura, en especial la poesía, en los pueblos de la sierra madrileña. (Puedes encontrar a Sextavocal en facebook, en este enlace: SEXTAVOCAL BANDADEPOETAS EN FACEBOOK )
Abajo, un montaje con fotos de quienes participamos en el acto. Lo siento, esta vez no hay vídeo porque mi maquinita está quedando sin memoria como yo...
De “divagaciones nocturnas”, publicado en Respiro de Arena. Madrid, Vindicación Feminista, 1996.
Abajo, un montaje con fotos de quienes participamos en el acto. Lo siento, esta vez no hay vídeo porque mi maquinita está quedando sin memoria como yo...
Foto: Cloti Guzzo y yo
José Miguel González, Ana Gutiérrez Páez y Jorge García Torrego
Y como mi visita me recordó la primera vez que me alojé en la sierra, aquí dejo un par de poemas que escribí en Bustarviejo, un pueblito a unos cuantos kilómetros de Soto del Real.
agotado de la soledad de la sierra
intenta penetrar los cálidos hogares
interrumpe el sueño de los amantes
y ruge ferozmente
Mete su lengua de hielo en cada rendija
y vuelan las vacas
las puertas
los corazones
los corazones
Apagando llamas, alborotando flores...
La noche es su capa
y las estrellas,
su sombrero de caballero errante
su sombrero de caballero errante
que enloquecido como el hijo de Cervantes
ataca molinos de niebla.
silencio y soledad de féretro
El cansancio pesa en los huesos
y en los ojos sangrientos
El corazón triste
sin poder dar con el sosiego
La lágrima solitaria
se desliza en silencio
Mientras la araña maldita
urde su red de trampas -
agazapada en un rincón
esperando la hora de su venganza
Muy lejos de esta sierra a la que te refieres, en mi lejana Normandía, siento lo mismo. Tu poesía es universal querida Silvia, siempre y cuando uno sepa donde se ubica su alma.
ResponderEliminarUn abrazo,
Anne
Gracias querida poeta. Creo que lo mejor de un poema es exactamente eso, que sea universal e intemporal. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarMe gusta visitar tu blog porque siempre nos cuentas actividades interesantes. Me encantan estos dos poemas que nos has recordado hoy.
ResponderEliminarUn entrañable abrazo,
Mercedes
Y otro abrazo para ti amiga Mercedes, valoro que siempre has estado allí para apoyarme en todo lo que hago. Gracias.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu cariño, Silvia. Fue un gusto conocerte y seguirte por aquí. Un abrazo,
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