Hola, normalmente publico poesía pero hoy hago un excepción. Este breve monólogo fue finalista en el 10º Certamen de Narrativa Social del Ateneo Libertario Al Margen en el 2011. La ilustración es trabajo de Lorena Carrillo.
LA VISITA
Empujó la puerta
de hierro con mano firme y emprendió el camino ya tantas veces recorrido
durante el último año. El aire fresco de la mañana mecía su largo cabello y con
un movimiento mecánico de su mano lo apartó de su rostro. Llegó a donde se
dirigía y se sentó un momento.
Hola. Aquí
estamos otra vez... ¿sabes? Ayer vi a Rosa, se pasó por casa a ver cómo estaba.
Charlamos un rato. Todavía no le dan su tarjeta de residencia... la pobre...
lleva meses esperando a pesar de tener una oferta de trabajo y todos sus
papeles en regla. Me contó que Luisa no había aguantado más y se había largado,
nadie sabe adónde se ha ido, pero creen que volvió a su país. Rosa dijo que
Luisa le había comentado que prefería ser una ingeniera desempleada en su país
que seguir fregando suelos por un sueldo de miseria. Claro, no tiene tres hijos
como Rosa... pobre... sigue aguantando a ese mamarracho que le da bofetadas
cuando llega a casa de mal humor. La última vez se le pasó la mano y le dejó sin
poder abrir un ojo durante una semana. No sabe qué hacer, tiene a los niños y
no puede ir a la policía... hace meses que se le venció su visado de turista...
Yo tampoco he tenido noticias de mi renovación pero ya paso. Aquí me quedo
hasta que me echen. No te puedo dejar aquí... al final me vine por ti a esta
tierra, aunque ella no me quisiera... Nuria y Mark no saben lo afortunados que
fueron. Se casaron y en 48 horas Mark tuvo su visado, a pesar de ser gringo...
lástima que al poco tiempo se divorciaran. ¿Pero nosotras...? Bueno, está
comenzando a llover más vale que me retire. Hasta la próxima semana. Te quiero
y no sabes cuánto te echo de menos.
Marisol se levantó y depositó las flores con cariño en la tumba de su
compañera. Las nubes cubrían completamente el cielo y la lluvia comenzaba a
caer sobre los nichos que, como éste, guardaban quién sabe qué secretos...
No sé por qué, desde el principio sabia cual era el final y aún así... aún así no ha dejado de impactarme. Se me puso la piel de gallina y un nudo en la garganta...
ResponderEliminarNo conocía tu blog, pero creo que voy a disfrutar descubriéndolo. Un beso Silvia.