“Sentí dolor antes de que se recrudeciera toda la violencia que estamos viviendo los ciudadanos de esta mi natal Juárez. Pero ahora siento vacío, desamparo e impotencia, supongo que como muchos, pensar en mejorías para mí está en verde, pero la esperanza la tengo aún porque soy mujer de fe. ¡Viva Juárez!”
OCASO
(Foto de Diego Hernández González)
Éstas fueron las últimas palabras que la poeta y activista mexicana contra la violencia machista, Susana Chávez, vilmente asesinada hace unos días, dejó en su blog http://www.suchaca.blogspot.com/
Todavía no nos reponíamos de la consternación y rabia ante el homicidio de Marisela Escobedo Ortiz, madre que luchó incansablemente para exigir justicia para su hija asesinada en el 2008, y ahora nos enteramos que a otra activista le han arrebatado la vida.
Susana Chávez era poeta, pero sobre todo, era una firme defensora de los derechos humanos y participó activamente en la lucha para denunciar y poner fin a los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez. La reconocida frase ¡Ni una muerta más!, era suya, y resulta tremendamente macabro que ella ahora haya pasado a ser una víctima más. Una víctima más de la violencia contra la que luchó con tanta pasión.
Susana Chávez tenía 36 años y nació en Ciudad Juárez, Chihuaha. Comenzó a escribir a los once años y durante su vida participó en numerosos recitales y encuentros poéticos, así como en marchas para pedir justicia por las mujeres desaparecidas y asesinadas en Ciudad Juárez. Estaba completando una licenciatura en Psicología en el Instituto de Ciencias Sociales y Administración de la UACJ y estaba preparando un nuevo libro.
Me uno al dolor de todas las compañeras mexicanas y feministas de todo el mundo, y uno mi voz para exigir que el gobierno tome medidas para investigar y juzgar a los asesinos que, sólo en la Ciudad de Juárez en el 2010, se cobraron 446 víctimas.
Me embarga la impotencia y la rabia ante esta lacra de violencia machista que cada día elimina a una de nosotras en algún lugar del mundo. Rabia ante la impunidad de la que gozan los asesinos, la pasividad de gran parte de la sociedad y los gobiernos que aún no se alarman ante este grave problema.
Les dejo con un poema de Susana, mi humilde homenaje para honrar su memoria. Que la esperanza que menciona en las últimas líneas de su blog nos den fuerza para seguir gritando y exigiendo con contundencia
¡NI UNA MUERTA MÁS!
OCASO
Para Linda Escobedo
He perdido la cuenta de tus huesos
introduciendo mi palabra al tiempo
entonces me fui a alguna parte
con el apetito dormido.
Fuiste tú el sitio del crimen,
quién me volvió clandestina melodía,
a quien contemplo mezclada de imágenes
sentada en una butaca del cine
para ver mi sombra.
Nos enredamos en el vacío
y de la nada surge tu boca
a desprenderme a Dios del aliento
en un espejismo que me brota
por un rumor indefinido.
Surges despuntando tu lengua
liberando a Sofía de tu interior.
Aquí estás, embalsamada,
casi real entre los árboles.
Pareces un chacal,
un alebríje que me conquista
más allá de lo intocable.
Te veo desatada en una ventana
alrededor de mi otra parte
dándole a mis ojos el cierre final.
A veces, también te veo
atrapada en un secreto
que duele entre mi carne.
Así voy avanzando paso a paso
tomando de una mano tu ruptura
y acariciando con la otra
los cabellos de alguien
por quien toco la magnánima vehemencia.
Así voy en mí misma
perdiendo la cuenta de tus huesos.
Poema de Susana Chávez, tomado de su blog http://www.primeratormenta.blogspot.com
¡ Que horror ! y que desesperación. ¿Cómo es posible que estemos aguantando esto? ¿Que colectivo lo soportaría? Y las mujeres somos el mayor colectivo del mundo.
ResponderEliminarNo podemos dejar que nos sigan aniquilando. Debemos movilizarnos y responder de mil maneras, se lo debemos a Susana Chávez y a nuestra dignidad. No tendremos perdón si consentimos que estos crímenes caigan en el olvido.
Elvira
Terrible el mal que nos aqueja, el machismo a flor de piel, de todo se vale en esa guerra sucia de la droga, negocio de hombres, es inexplicable como se ha perdido el sentido de la vida, si es que se tuvo o se vive siempre con la espina enorme clavada en el corazón, a oscuras, con miedo de ser, decir,estar ¿Dónde murió la sensibilidad? ¿Dónde sucumbieron las instancias del amor? Como canta Atahualpa "Crin revuelta en llamaradas, mi alazán te estoy nombrando" Pareciera ser que vamos del abominable machismo a la abyecta misoginia. Pero aún así no claudiquemos mantengamos firmes, duraderas, combativas, solidarias nuestras palabras, hasta que la muerte nos separe o si se pare dando paso a la vida.
ResponderEliminarCopio unas palabras de María Elena Walsh, la poeta argentina recientemente fallecida:
ResponderEliminar"Las mujeres no se dan cuenta de cuánto las odian los hombres", dijo una feminista. Tiene algunas ideas bastante ambiguas, pero se le escapó esta frase donde llama a las cosas por su nombre. Marginación, postergación, misoginia, no son sino eufemismos que suavizan una realidad llamada odio. Punto.
CON una estrategia típica de todo agresor con cola de paja, suelen defenderse por la acusación: —"¡Pero ustedes las feministas odian a los hombres, les declaran la guerra a los hombres!" Las feministas no tenemos odio, tenemos bronca. El odio —con los fierros, sean armas o moneda— es cosa de hombres. Estamos hartas de odio..."
Silvia, ¡Qué horror! Cuando mentes enfermas de odio derriban la voz de una mujer, que lucha por los derechos de todas, que su único pecado es ser poeta, es como si se llevaran parte de nuestras vidas; igual a cuando se derriba un árbol, la tierra y el corazón lloran. La voz de Susana permanecerá en el tiempo y el espacio.
ResponderEliminarUn abrazo, Inés Blanco (Colombia)