Por fin se acaban los festejos de Semana Santa durante la cual la iglesia ha vuelto a atacar a las mujeres y al colectivo homosexual en vez de predicar el amor al prójimo, aquí dejo este poema que escribí el año pasado durante la visita del papa a Madrid.
Plegaria de un pobre sin mochila
Padre nuestro que estás en el cielo
envía un rayo que derribe ese pájaro metálico
que hace demasiadas noches acecha al pueblo
y perturba nuestro sueño
Mientras adinerados jóvenes que han viajado de todo el mundo
congregados se desmayan ante su ídolo
Miles de mujeres y niños somalíes caminan miles de kilómetros
y caen en el camino víctimas del hambre y del olvido
Santificado sea tu nombre
junto al de todos los caídos
y el del gran poeta Federico García Lorca
fusilado por ser homosexual y republicano
Venga a nosotros tu reino
de justicia social
de menos crucifijos y más trabajo fijo
donde tus representantes no sisen nuestros impuestos
Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo
respetando la hermosura del arco iris
a las mujeres como sujetos libres
sin entrometerte en las decisiones sobre sus cuerpos
Danos hoy nuestro pan de cada día
que las hostias de la policía no quitan el hambre
sólo alimentan nuestra rabia
nuestra impotencia
Perdona nuestras ofensas
pero no esperes que nosotros perdonemos
la pedofilia bajo capa clerical
ni la tortura ni los niños robados de su hogar
No nos dejes caer en la tentación
de aburguesarnos y rendirnos al capital
de invertir en la banca vaticana
y dejar de cuestionar su legalidad
Y líbranos del mal
de los fariseos disfrazados de corderos
de las porras de los uniformados
de las mentiras del clero
Jamás un "Amén" tuvo tanta carga de razón.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy bien, Silvia. Debería leerse en todas las iglesias regidas por curas de buena fe, en todos los centros parroquiales, en todos los lugares donde se reúnen creyentes y crédulos... y en el telediario de más audiencia. Pero eso es soñar en un mundo ideal, que está en las antípodas (dicho metafóricamente, claro) del nuestro. Este año Cristo no debería resucitar, o si resucita en ciertas mentes, debería azuzarles la conciencia y practicar en ellos el tan mentado castigo divino que dirigen a sus imaginarios pecadores. Son de los que no tienen espejos para no asustarse al no verse reflejados en ellos.
ResponderEliminarSolidario, te abrazo, amiga.
¡Maravilloso!!! mi aplauso!!
ResponderEliminarQue así sea.
ResponderEliminarGracias por el regalo.
Precioso y duro poema. Deberíamos imprimirlo y dárselo a la gente cuando sale de misa los domingos y enviarlo profusamente a los opispos, arzopispos y demás.
ResponderEliminarSoy religiosa a mi manera, así que no creo (por una vez) en las gentes poderosas de cualquier institución religiosa. Tengo más fe en los políticos de izquierda, ya ves.